El Delta del Okavango es un destino extraordinario que cautiva tanto a los principiantes en safaris como a los más experimentados. Este rincón remoto de Botsuana ofrece una experiencia única gracias a su exclusividad y a la belleza intacta de sus paisajes. Las estrictas normativas limitan el número de campamentos, garantizando un impacto ambiental reducido y una visita tranquila, lejos de las multitudes.
La mejor época para ir es entre finales de mayo y principios de octubre, cuando llegan las crecidas de las tierras altas angoleñas. Estas aguas transforman el paisaje seco en un paraíso esmeralda. La mejor forma de explorar el Delta es en una de las actividades acuáticas. Puede adentrarse en barco en el corazón acuático de la naturaleza salvaje y ser testigo de la abundancia de aves y animales, sostenidos por las aguas de la crecida. También puede optar por un tranquilo viaje en mokoro por el paisaje. El mokoro es una canoa tradicional que se desplaza por aguas poco profundas gracias a un barquero, que se sitúa en la parte trasera de la canoa y la impulsa con una larga pértiga.
Una forma espectacular de conocer el delta es desde el aire, en un helicóptero abierto. Las actividades terrestres que se ofrecen son safaris en busca de los 5 Grandes y safaris a pie. Recomendamos combinar el delta del Okavango con una visita a Chobe y el Kalahari, en Botsuana, o a las cataratas Victoria, en Zimbabue.
Duración recomendada: 10 noches